Actualmente existe mayor conciencia en preservar el planeta y es totalmente necesario para garantizar una mejor forma de vida a nuestras futuras generaciones. Las ciudades son uno de los principales problemas de contaminación medioambiental, y con ellas, sus edificios. Por ello, en este artículo veremos en qué consisten las claves de una construcción sostenible.
Hoy en día las empresas constructoras están utilizando materiales como paneles sándwich de Lana de Roca, Poliuretano (PUR) o poliisocianurato (PIR), así como materiales reciclados, y también reutilizan el agua, y aprovechan la energía geotérmica y solar, entre otras para que sus procesos sean más amigables con el ambiente y que las construcciones sean energéticamente eficientes.
Tanto en viviendas particulares como en los grandes edificios cada vez se utilizan más productos como el vidrio de aislamiento para mantener una temperatura interior agradable, reducir el uso de aires acondicionados o calentadores, y para reducir el ruido del exterior. También se están empleando cada vez más sistemas para la captación del agua de lluvia, y para el tratamiento y reciclado del agua.
Una construcción sostenible puede definirse como aquella en la que la ejecución de las técnicas y de los materiales constructivos son respetuosos con nuestro medio ambiente. En esencia, se trata de satisfacer las necesidades actuales de las personas sin comprometer los recursos naturales de nuestro entorno.
| Te recomendamos leer: Conoce los 6 principios de la construcción sustentable.
Hasta hace relativamente poco tiempo, no éramos tan conscientes de la importancia de preservar los recursos naturales de nuestro planeta. Además, la contaminación es uno de los principales problemas que afectan notablemente al cambio climático en el que estamos inmersos, y gran parte de ella se produce en nuestras ciudades.
Para la realización de una construcción sostenible, son varias las claves que hay que seguir. A continuación, mostramos las más relevantes:
La bioconstrucción se caracteriza por el uso de materiales de origen natural y fácilmente reciclables, de ser posible que sean locales, reduciendo también costos en trasportación y a su vez la disminución de uso de combustible. Aquellos que deben ser durables y en los que se puedan incorporar diversas tecnologías, como captación de energía, digestores de CO2, que ayuden a eliminar la contaminación de las ciudades.
La luz natural se puede emplear en un diseño que favorezca la ventilación en interiores, un buen grado de aislamiento térmico y el uso de energías renovables, son aspectos fundamentales para evitar el uso de equipos de climatización que no emitan gases contaminantes en el ambiente. El objetivo es conseguir un diseño que genere el confort interior sin gasto energético.
El diseño del edificio debe estar totalmente adaptado al entorno que lo rodea y no generar ningún tipo de impacto ambiental. El objetivo es su integración, y para ello debe estudiarse la forma de construcción en la zona y su posible evolución.
El reaprovechamiento de los recursos naturales contribuye a la sostenibilidad. Las construcciones sostenibles se caracterizan por el aprovechamiento de las aguas de lluvia en sus diferentes puntos de consumo gracias a sistemas de filtrado y purificación. Con el objetivo de optimizar este vital recurso y hacer mayores esfuerzos en las acciones dirigidas a mejorar la distribución y manejo del agua, el sector de la construcción cada vez está más involucrado en el cuidado del agua y su tratamiento, así como en el ahorro, reducción de consumo, eficiencia de uso, disminución de fugas, sistemas de distribución eficientes, reutilización, entre otras acciones.
Definitivamente, una construcción sostenible se caracteriza por ser respetuosa con el medioambiente, y para ello, se deben aprovechar al máximo los recursos naturales. Con ello conseguiremos ciudades más saludables, un aumento en la calidad de vida y la protección del planeta.
5 comentarios