Al escuchar la palabra “fachada” se genera automáticamente una imagen en nuestro pensamiento; una primera vista de un edificio; pues bien, la palabra fachada se deriva del latín y significa “cara exterior”.
Por lo tanto, una fachada suele ser un objeto primordial del diseño arquitectónico, el cual, debe ser proyectado de manera cuidadosa, ya que es el primer recurso disponible a la vista en cualquier construcción, por ello se puede decir que una fachada tiene personalidad propia, ya que permite expresar las características de los edificios a primera vista.
Una fachada no solo está dotada de carácter estético, sino, también de gran funcionalidad, complementando al edificio con cuestiones de índole más técnicas dentro de la construcción como:
Involucrando a la ingeniería, las fachadas suelen ser un elemento importante que converge con el impacto en la eficiencia energética gracias a los materiales y/o métodos de construcción empleados.
De esta manera, las fachadas suelen ser clasificadas en diferentes tipos, con base en las necesidades y los materiales utilizados en cada una de estas:
1. Fachada Ligera
Esta fachada no contribuye a la estabilidad de la estructura. Debido a su ligereza, no son las más adecuadas si estás buscando obtener beneficios de aislamiento térmico o acústico. Algunos de los materiales utilizados en este tipo de fachadas son: El alucobond, los paneles de yeso, el aluminio y el vidrio. Cada uno estos materiales tienen métodos y diseños diversos para su implementación, lo cual los convierte en materiales idóneos para la construcción de fachadas con diseños modernistas.
2. Fachada Pesada
Son fachadas catalogadas como tradicionales debido a los materiales utilizados para su construcción: el ladrillo, la piedra, la madera y el block son algunos de los recursos utilizados.
3. Fachada Tras-ventilada
Constan de montantes, travesaños y cerramientos, los montantes se anclan a muros de fábrica, y las piezas de cerramiento son pesadas: normalmente placas de piedra o cerámica. Este tipo de fachadas suelen ser una de las mejores opciones si de arquitectura sostenible hablamos. Parte de esto se refleja en las ventajas que se obtienen, como el aislamiento térmico y acústico.
4. Fachada Prefabricada
Son fachadas compuestas por módulos de pared prefabricados, ensamblándose unos a otros en obra. Entre los materiales más utilizados para este tipo de fachadas están: el hormigón, la madera y el concreto. Los sistemas de unión entre los distintos módulos ya vienen incorporados en las propias piezas, de modo que suelen ser construcciones de junta seca.
Entre las ventajas de este método se encuentran:
5. Muro Cortina
Muro Cortina o “curtain wall” es un sistema de fachada, generalmente ligero, elaborado de vidrio, independiente de la estructura resistente del edificio, este muro cortina se construye de manera continua por delante de ella.
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Por otra parte, vemos que la restauración de fachadas en viviendas y edificios ya existentes, así como la propuesta de fachadas innovadoras en obras nuevas, se ha posicionado como una de las vertientes a tomar en cuenta.
Lo anterior, contemplando la funcionalidad, calidad y estética brindada por los diferentes tipos de fachadas y materiales constructivos en tendencia como:
Estos materiales contribuyen al impacto en el diseño, la estética y la sustentabilidad de un edificio, dotándolo personalidad, durabilidad y estilo propio.
En GEG nos encargamos de utilizar el tipo de fachada correcta en nuestras construcciones con base en las necesidades de nuestros clientes; de esta manera reflejamos nuestro profesionalismo y compromiso como constructora respetando la urbanización y el medio ambiente, permitiéndonos brindar la mayor calidad en nuestras construcciones sin dejar de lado la funcionalidad y la estética.
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