La construcción sustentable, hoy en día, más que una tendencia es una necesidad, y el agua representa un papel crucial en esta industria, desde la fabricación de los materiales utilizados hasta los recursos hídricos utilizados durante el proceso de las obras.
En este artículo analizaremos las diferentes formas en que podemos reducir el consumo del agua durante la construcción de un proyecto sin sacrificar la calidad y eficiencia de la obra.
Si bien el agua es uno de los recursos más extraídos y utilizados del mundo, ya sea para uso doméstico, agrario o industrial, a la vez existe un sinfín de información, campañas de concientización y alertas sobre la escasez del vital líquido, pues se estima que, aunque tres cuartas partes del planeta están compuestas por agua, solo el 2.5% de esta es agua dulce y solamente el 0.77% se encuentra disponible para consumo humano en ríos, lagos y yacimientos subterráneos.
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En la actualidad el uso del agua ha ido aumentando a nivel global un 1% al año durante los últimos 40 años debido a una combinación de crecimiento demográfico, desarrollo socioeconómico y cambios en los patrones de consumo, según informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
A este aumento en la demanda del agua se suman factores que limitan su disponibilidad como la contaminación, en este punto, cabe destacar que uno de los problemas más graves en la actualidad es que un 80% de las aguas residuales regresan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, indica un informe de la UNESCO.
El último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) en 2022 afirma que el cambio climático ya ha alterado los ecosistemas de agua dulce, lo cual está afectando los sistemas hídricos para uso humano.
Las aguas residuales, incluidas las escorrentías agrícolas, son las principales causas de la contaminación hídrica.
Entre otros desafíos encontramos la extracción intensiva causada por los tres principales sectores que utilizan el agua, es decir, los municipios, la agricultura y la industria, por lo que se estima que la demanda mundial de agua aumente alrededor de un 55% de aquí a 2050.
Si hablamos sólo de México, podemos mencionar que es uno de los países que presentan mayor cifra de estrés hídrico en su territorio ocupando el lugar 24 en una lista de 164 países.
Según cifras de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en México los sectores que más consumen agua son encabezados por la agricultura con cerca del 76% del consumo nacional, seguido de la minería, energía y la industria.
Es alarmante saber que en la actualidad más del 65 % del territorio nacional presenta algún grado de sequía. Esta situación tiene un impacto directo en la sociedad, la economía y las industrias del país, incluyendo la de la construcción.
El impacto del agua en la industria de la construcción
Se estima que el sector de la construcción es responsable del 30% del consumo mundial de agua dulce, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, lo que convierte a esta industria en uno de los mayores consumidores de este recurso vital y a la vez limitado en algunas regiones del mundo.
A este elevado consumo contribuyen la producción de materiales como el concreto y el acero, que requieren cantidades significativas de agua.
Un estudio realizado por Sabbie A. Miller, Arpad Horvath y Paulo J.M. Monteiro, titulado “Impacts of booming concrete production on water resources worldwide” (Impactos de la producción de concreto en los recursos hídricos), publicado en 2018 en la revista Nature, indica que el concreto es el material de construcción que más se utiliza en el planeta debido a sus bajos costos y facilidad de uso.
Tan solo en 2012, el 9% de las extracciones de agua de fuentes naturales destinadas para el sector industrial se emplearon en la producción de concreto, es decir, el 1.7% de las extracciones del recurso hídrico que se realizaron en todo el mundo.
La producción del concreto implica un consumo aproximado de 6.6 kilómetros cúbicos de agua al año, según el estudio.
Pero estas cifras sólo revelan el uso del agua en la producción de los materiales, sin mencionar que durante el proceso de la obra se utiliza todavía más agua, ya sea para la mezcla del hormigón, la compactación del suelo, la limpieza de los equipos y otras actividades que pueden provocar la contaminación y el desperdicio de agua.
Cabe destacar que la cantidad de agua utilizada en una obra de construcción puede variar considerablemente según diferentes factores, como el tamaño del proyecto, el clima y los métodos de construcción empleados.
Es por eso que la próxima vez que veas un edificio podrás darte una idea de la gran cantidad de agua que se utilizó para su construcción, pues su huella hídrica comprende desde la fabricación de los materiales, preparación del suelo y la mezcla del cemento hasta limpieza de superficies o equipos utilizados.
Cómo reducir el uso del agua en la construcción
En este contexto, reducir el consumo de agua no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una oportunidad para mejorar la eficiencia y reducir la huella hídrica de nuestros proyectos.
Es por eso que empresas constructoras conscientes en el cuidado del medio ambiente, como lo es Global Engineering Group (GEG) han comenzado a implementar estrategias para optimizar el uso del agua en todas las fases de la construcción de un proyecto.
A continuación, te presentamos algunas estrategias clave que GEG implementa para racionar el uso del agua en la construcción de sus naves industriales:
El área de Sustentabilidad en una empresa constructora es importante por varias razones que abarcan tanto aspectos económicos como medioambientales y sociales, asegurando que la empresa cumpla con las regulaciones locales e internacionales en términos de emisiones, uso de recursos y desechos.
Además, fortalece la reputación de la empresa al alinearse con valores sostenibles y el uso responsable de recursos naturales como lo es el agua, en este sentido, se encarga de fomentar prácticas o adoptar procesos para minimizar el consumo del vital líquido.
Esta área también trabaja para que los proyectos obtengan certificaciones como la LEED, garantizando que el edificio cumple con los estándares ecológicos internacionales.
Durante la construcción de cada nave industrial, GEG se destaca por emplear agua tratada, agua gris o cruda con el fin de reducir el uso de agua potable disponible para consumo humano de cada región en la que se trabaja, indica un artículo del Heraldo de Juárez publicado en junio del 2022.
El uso de agua reciclada debe estar ajustada a ciertas condiciones para no afectar la calidad del proyecto como estar libre de aceites, materias orgánicas o sustancias que puedan dañar la resistencia del concreto o el acero.
La recolección y reutilización de aguas grises (aquellas que provienen de actividades como el lavado de manos, duchas y uso de lavadoras) puede servir para la limpieza de herramientas y equipos.
Global Engineering Group es una empresa responsable con el cuidado de los recursos, por lo que en cada proyecto se calcula la cantidad exacta de materiales que se van a utilizar para no generar desperdicios.
En este sentido se destaca el uso del cemento que es el material con el que se utiliza la mayor cantidad de agua.
Se recomienda adquirir únicamente la cantidad que se va a utilizar y mezclarla con agua cruda para no tener que utilizar las pipas en los terrenos de construcción.
También se recomienda utilizar materiales que requieran menos agua durante su producción o procesamiento como ladrillos, bloques o vigas prefabricadas.
En GEG, nuestra área de Sustentabilidad se encarga de que cada nave industrial cuente con preparación para la instalación de equipos ahorradores de agua y energía para minimizar el consumo de estos recursos.
La mayoría de las naves industriales cuentan con espacios para jardines, por lo que es importante elegir únicamente flora nativa de la región, para que no necesite tanta agua y protegerla de los cambios de clima, además se recomienda utilizar un sistema de riego de goteo.
Reducir el consumo de agua mediante la instalación de sistemas eficientes puede traducirse en ahorros importantes en las facturas de servicios, especialmente en áreas donde el agua es costosa o escasa.
Los sistemas ahorradores, como captadores de agua de lluvia o instalaciones de reciclaje de aguas grises, permiten que el agua utilizada en ciertos procesos pueda ser reutilizada en otros, como el riego de áreas verdes o la limpieza de las instalaciones.
Elaborar un plan detallado del uso del agua en la obra, identificando las etapas en las que se consume más agua y estableciendo medidas para optimizar su uso ahorrando al máximo el agua potable al reemplazarla por agua reciclada siempre que sea posible.
Es importante considerar detalles como el clima de la zona y fuentes de agua disponibles para diseñar una estrategia que permita disminuir el uso de este recurso.
También se recomienda capacitar al personal de construcción sobre el uso responsable del agua y crear una cultura de sostenibilidad que permita un enfoque proactivo hacia la optimización, almacenamiento y reutilización del agua.
Por todo lo anterior, podemos concluir que la optimización del uso del agua en la construcción es un reto importante para la industria, pero también una oportunidad para reducir su impacto ambiental y mejorar la eficiencia de los proyectos.
Empresas constructoras de alta calidad como Global Engineering Group han demostrado su compromiso con la sostenibilidad al implementar estrategias eficientes que reducen significativamente el consumo de agua en sus proyectos.
En un mundo donde el agua se convierte en un recurso cada vez más escaso, iniciativas como las de GEG son esenciales para asegurar un futuro sostenible para todos.
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