Preparación del terreno, clave para una construcción exitosa

La preparación adecuada del terreno es una de las fases más importantes en el desarrollo de un proyecto de construcción, es un proceso que garantiza una base sólida para la estabilidad y seguridad de la obra, evitando problemas como asentamientos diferenciales, fisuras en la estructura, filtraciones de agua y hasta el colapso de la edificación.

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Un terreno bien preparado ofrece una base firme y nivelada para la construcción de una nave industrial o cualquier otra edificación, evitando sobrecostos derivados de correcciones posteriores y reduciendo el riesgo de la integridad de la obra. Además, permite optimizar el uso de materiales, mejorar la eficiencia en la cimentación y garantizar la seguridad del personal y de la estructura misma.

A continuación, te contaremos un poco sobre los aspectos clave a tomar en cuenta durante esta etapa de la construcción para asegurar la estabilidad y durabilidad de la obra y asegurar el éxito del proyecto.

  1. Evaluación del terreno

Antes de comenzar con cualquier actividad se debe realizar un estudio previo del terreno donde se desarrollará la construcción, esto implica examinar el suelo en busca de pendientes, tierras inestables, rocas, cuerpos de agua subterráneos y cualquier otro elemento que pueda afectar al proyecto.

Es importante conocer el tipo de suelo en el que se va a trabajar para calcular la compactación del mismo y la cantidad que deberá sustraerse para los trabajos de cimentación.

Las evaluaciones del terreno se realizan a través de estudios geotécnicos o de mecánica de suelos y son esenciales para recopilar información que influya en una correcta toma de decisiones al planear la construcción.

  1. Limpieza del terreno

Una vez analizado el suelo, se procede a la limpieza del terreno, eliminando vegetación, escombros y materiales orgánicos que puedan afectar la estabilidad de la construcción. 

Dependiendo del estado del terreno, puede requerirse la demolición de estructuras previas o la remoción de rellenos inadecuados.

Para esta etapa, es importante tener en cuenta las regulaciones y permisos locales que nos indican dónde podemos trabajar y hasta donde podemos excavar en una zona determinada.

  1. Topografía

El estudio topográfico nos muestra una medición precisa de la superficie para determinar la pendiente, forma y dimensiones exactas del terreno y nos ayuda a tener un control sobre nivelación de la superficie y un mejor manejo sobre el alineamiento del mismo antes de comenzar con trabajos de excavación.

Crear un plano topográfico detallado puede servir como base para el diseño y la planificación de las obras.

  1. Excavación

Tras la evaluación y limpieza del terreno se llevan a cabo los trabajos de excavación y movimiento de tierras, donde se remueve la capa superficial del suelo con la intención de retirar cualquier tipo de residuo que pueda interrumpir el proceso o deformar el suelo con el que se va a trabajar.

Este proceso, también conocido como despalme, se lleva a cabo con ayuda de la maquinaria pesada como dumpers, excavadoras, entre otras herramientas, con las que además se realizan trabajos para nivelar el suelo.

La nivelación del terreno suele ser otro punto importante, ya que un suelo desnivelado puede provocar una distribución desigual de las cargas y provocar fisuras o fallos en la estructura del edificio.

  1. Carga y descarga de material

Esta fase se inicia después de haber nivelado el suelo correctamente y consiste en colocar tierra nueva y humectada sobre el terreno donde se va a trabajar, esto con ayuda de camiones de volteo y maquinaria pesada.

Cabe destacar que el material o tierra no apto para utilizarse en los trabajos de construcción extraído en la fase de excavación, se transporta y se desecha en vertederos autorizados.

  1. Extensión

Después de colocar las tierras preparadas, con ayuda de maquinaría pesada se extienden por todo el terreno. Durante esta fase, se deposita el material en capas delgadas para garantizar una cobertura homogénea apta para soportar las cargas de la edificación.

Esto permite eliminar vacíos y concentraciones que podrían generar puntos de debilidad en la estructura. La composición de este material es determinada por el estudio de mecánica de suelos.  

  1. Humectación del terreno

La humectación es el proceso mediante el cual se incorpora la cantidad exacta de agua necesaria para alcanzar el nivel de humedad óptimo del suelo, para que la tierra cumpla con los estándares de calidad y compactación adecuados conforme a las recomendaciones del estudio de mecánica de suelos. 

Rociar agua de manera uniforme, generalmente mediante pipas o sistemas de riego especializados, permite que el material alcance la plasticidad ideal para una compactación eficiente.

  1. Compactación del terreno

Por último, tenemos la compactación del terreno, este paso es clave para evitar que el suelo se hunda con el tiempo, el terreno compactado ofrece una base sólida que resistirá las cargas de la estructura.

Para compactar la tierra se utilizan motoniveladoras y aplanadoras dejando una superficie completamente plana para así poder dar inicio a los trabajos de cimentación y posteriormente a construcción del proyecto.

La correcta preparación del terreno sienta las bases para el éxito y la durabilidad de cualquier proyecto de construcción. Al optar por profesionales que dominen estos procesos, se reduce el riesgo y se asegura un rendimiento superior de la obra. 

Es por eso que, empresas constructoras líderes en el sector, como Global Engineering Group (GEG), destacan por su compromiso con la calidad y seguridad de todas sus obras aportando su experiencia y una atención personalizada para garantizar la completa satisfacción de sus clientes, entregando infraestructuras sólidas y seguras.

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