Existen gran variedad de estilos arquitectónicos, y aunque parezca que es algo que solo interesa a ingenieros y arquitectos, no es así. Conocer los estilos arquitectónicos te permite tener una mejor idea de la casa que deseas construir, y lo que querrás pedir luego a un arquitecto.
Sin embargo, como decíamos al principio, existe infinidad de estilos arquitectónicos. Esto es debido a que con el tiempo no paran de surgir nuevos estilos.
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Es por esa razón que es muy difícil identificarlos todos, y por eso mismo, hemos seleccionado para este artículo los 5 estilos arquitectónicos más utilizados por los usuarios.
La arquitectura minimalista surge a finales de los años 60 en Nueva York, y se basa en buscar el máximo espacio posible, contando con un diseño funcional y eliminando todos los detalles innecesarios de la decoración.
Pese a su simpleza, es uno de los estilos más difíciles de conseguir ya que busca transmitir lo máximo con lo mínimo. Es uno de los estilos más usados y de mayor tendencia.
Se emplean materiales como la madera, tanto en las construcciones como en los muebles, al igual que materiales como el cemento pulido, vidrio u otros materiales ecológicos.
Predominan los colores neutros como el blanco, gris o negro tanto en las paredes como en los muebles, es decir, monocromáticos, aunque el blanco es el que más destacado por dar sensación de amplitud y grandeza.
El estilo rústico es para aquellas personas que se identifican con las típicas casas de campo o casas rurales y que creen que vivir así es una buena forma de sentir paz y armonía en el hogar. Busca crear espacios tranquilos, acogedores y donde predomina la naturaleza.
El estilo rústico busca estar rodeado de vida verde y sus construcciones son de poca altura, incluye zonas exteriores como terrazas, patios o jardines.
Se utilizan materiales como la piedra y la terracota en las paredes, madera en los suelos y uso de vigas. Los muebles de las casas rústicas suelen ser de materiales naturales buscando siempre empatizar con lo ecológico. Predominan los colores cálidos como el blanco o marrón.
Las alfombras y cortinas son elementos principales en la decoración y los estampados son de flores o cualquier elemento relacionado con la naturaleza. También resalta la decoración con viejos utensilios para dar un toque más campestre.
El estilo nórdico surgió a principios del siglo XX en los países del norte de Europa, como Suecia o Dinamarca y se caracteriza por su sencillez y funcionalidad, pero sin renunciar al diseño. Pese a ser parecido al estilo minimalista, también toma parte del diseño moderno.
El material más utilizado en este estilo es la madera, ya no solo en acabados o muebles sino en tabiques o paredes. También se encuentran en las vigas de los techos en tonos claros y se emplea el uso de grandes ventanales.
Al igual que en el estilo minimalista se utilizan los colores neutros como el blanco, negro o gris y no podemos olvidar las plantas, uno de los elementos fundamentales en este tipo de estilos.
La naturaleza en este estilo es punto clave para su desarrollo y a eso le añadimos texturas naturales que proyectan tranquilidad y armonía.
El contemporáneo surge a partir de los años 70 y hasta el día de hoy es un estilo que está en constante cambio debido a las tendencias e innovaciones del momento.
Se centra en el equilibrio arquitectónico y en el interior busca la amplitud, fusionando diferentes estancias de la vivienda como el comedor y la cocina. Tiene una distribución aleatoria, cuidando el uso de líneas simples combinadas con algunas líneas curvas o geométricas.
Se utiliza la mezcla de materiales como la madera, metal, piedra o vidrio aportando una mayor riqueza a la estética visual. Los muebles y el uso de accesorios con diferentes tejidos, como el algodón o lana, también son algo característico.
El principal objetivo de este estilo es que exista un ambiente de confort. La casa debe ser cómoda para quien la habite, pero sin dejar a un lado la estética.
La arquitectura moderna comprende una amplia gama de estilos que se desarrollaron en todo el mundo a comienzo del siglo XX, concretamente entre el año 1920 y 1950.
El estilo moderno se caracteriza por el uso de materiales como el acero o el cristal. Además, un dato curioso es que este estilo junto a la edad de las máquinas, fue el que impulsó la aparición de las ventanas de cristal. Estas ya funcionaban en Inglaterra en el siglo XVII y en Francia dos siglos antes, pero no fue hasta años después cuando se popularizó.
El estilo arquitectónico moderno, al igual que el minimalista, busca eliminar todos los detalles innecesarios. Se centra en crear construcciones con asimetría intencionada y en el interior se concentra en los espacios abiertos, techos planos y ángulos rectos.
A diferencia del minimalismo, en el estilo moderno se utiliza la combinación de colores y los muebles utilizados suelen contar con un diseño limpio y simple, con pocas decoraciones.
Otra de las características más importantes es que busca la amplitud de la habitación evitando a ser posible las paredes. Son los muebles los que limitan las partes de la casa y para ello se ayudan de mucha luz natural y colores claros que hacen más amplia la vivienda.
Si vas a construir de cero, es normal que tengas algunas dudas sobre qué estilo escoger, en este artículo hemos querido señalar solo los cinco estilos más utilizados, pero sabemos que hay una gran variedad de ellos, perfectos para nuestra vivienda.
Un buen arquitecto sabrá adaptar el estilo de la vivienda, dependiendo al entorno y preferencias personales ya sea, si es un estilo en concreto o si son varios, lo importante es la comodidad.